Tras casi 7 años desempeñando la profesión de librero me he percatado de una realidad irrefutable. Sólo existen dos tipos de clientes cuya respuesta a una misma pregunta difiere total y drasticamente. Las dos respuestas son las siguientes:
Cliente tipo 1
Empiezan lo sudores frios, temblor en la voz, mirada perdida o fija en suelo y un tibuteante:
- Estoo... sí... no... espera... eehhh.... sí? Eeehhh...
Cliente tipo 2
Un conciso:
- Sí.
o un categórico y firme:
- No.
Esta pregunta tan compleja, agobiante, estresante y difícil es la siguiente:
- ¿Quiere una bolsa?